¿Y si le ingresamos en una residencia? Acompañando en las emociones
Jan 12
/
Judit Pelaez

Cuando las familias se enfrentan a una situación inesperada a consecuencia de un diagnóstico, una dependencia o un rápido deterioro, comienza un peregrinaje en busca de recursos adecuados a la necesidad que les sobreviene. Pocas son las ocasiones en las que una familia se anticipa y planifica.
Por el contrario, a menudo retrasan la toma de decisiones, la búsqueda de información sobre los recursos disponibles o los trámites que necesitarán hacer.
Esta aparente improvisación aumenta la ansiedad y la incertidumbre: el tiempo parece escaparse, las soluciones no son inmediatas y las familias pueden sentirse superadas.
Empty space, drag to resize
En mi experiencia de 16 años en residencias, primero como
trabajadora social y ahora como directora, he conocido una gran diversidad de
casos. También lo he vivido de cerca con familiares que han acudido a mí, lo
que me ha permitido ver la situación desde el "otro lado de la
puerta".
Empty space, drag to resize
Cuando un familiar contacta con una residencia para informarse sobre plazas disponibles, suele repetirse un patrón común: por desgracia, en la mayoría de los casos no es el futuro residente quien realiza la llamada, aunque a veces ocurre. Es la familia, la que muchas veces se encuentra casi al borde de la desesperación, después de haber cuidado durante años en casa, hasta que han sentido que la situación les sobrepasaba.
Ese primer acercamiento a la residencia suele estar marcado por:
-
La falta de previsión ante la posibilidad de una dependencia en un ser querido.
-
La escasez de información sobre los recursos locales disponibles.
-
El desconocimiento sobre los trámites para solicitar ayudas, servicios y apoyos.
-
Los sentimientos de culpa por la decisión de ingresar a un ser querido en una residencia.
-
El miedo a lo desconocido, potenciado en ocasiones por la mala prensa de las residencias.
-
La preocupación por el bienestar emocional de su familiar una vez se mude a la residencia.
Cuando las familias llegan al centro, muchas veces lo hacen en un estado de necesidad urgente a consecuencia de un deterioro repentino de la salud o de accidentes incapacitantes temporales: por ejemplo, una caída o una fractura.
Estos sucesos, muchas veces inesperados, hacen difícil el poder ofrecer los cuidados adecuados en el domicilio, que por lo general no está adaptado. Y a cargo de familiares cuidadores que carecen de los conocimientos específicos y los apoyos necesarios.
En esas primeras llamadas o visitas a la residencia, si nos detenemos a escuchar, descubrimos que la demanda trasciende la disponibilidad de plazas. Detrás hay un océano de emociones y dudas que requieren no solo información certera, sino también empatía y escucha activa. No debemos quedarnos en lo superficial.
El momento del ingreso es otro punto crítico, a menudo abrumador para las familias. Tristeza, pérdida y, a veces, alivio por saber que su ser querido estará en manos de profesionales son emociones comunes. Es fundamental ofrecer apoyo a las familias en este proceso, estableciendo una comunicación abierta y constante. Atender sus inquietudes y demandas, y hacer que se sientan acompañadas, es clave para reducir la inseguridad y generar confianza.
Con el tiempo, gracias a las relaciones construidas entre residentes, familias, profesionales y la comunidad, esa ansiedad inicial suele atenuarse. Es entonces cuando comienza el verdadero cuidado, colaborando todos para garantizar que la atención y los apoyos prestados respeten el proyecto de vida de cada residente y para que pueda encontrar el sentido a esa etapa de su vida sin renunciar a la felicidad.
En resumen
El proceso de ingreso en una residencia es una experiencia cargada de emociones, tanto para las personas mayores o dependientes como para las familias. Desde la primera solicitud de información hasta el día que se mudan al centro, las familias viven una montaña rusa emocional. Nuestro papel es acompañarlas y guiarlas desde la empatía, el afecto y la profesionalidad para que este proceso sea lo más humano y respetuoso posible.
Política
-
Términos y condiciones
-
Aviso Legal y Política de Cookies
-
Política de privacidad
-
Copyright © 2024
-
Empresa adaptada a LOPD Y RGPD
Contacto
-
Contacta con Campus by IDEA
-
campus@ideainnovacion.com
-
948 85 60 25
-
Camino de Esquíroz, 6 Oficina 9
31190 Cizur Menor (Navarra)
También estamos en:
