Formaciones presenciales
Compartir, experimentar y crear juntos
El tú a tú es esencial cuando formamos a personas que cuidan a personas.
A través de talleres prácticos, dinámicas grupales, experiencias inmersivas, sesiones de simulación, actividades intergeneracionales, charlas de sensibilización, juntos creamos una CULTURA DEL CUIDADO.
EXPERIENCIA INMERSIVA
Simulador de envejecimiento
Sensibilización y formación para educar niños, niñas y jóvenes en una cultura del cuidado.
¿Alguna vez has pensado qué siente una persona mayor dependiente?
Te ofrecemos una experiencia inmersiva con la que niños, niñas y jóvenes de todas las etapas educativas podrán vivir en primera persona cómo se siente cada día alguien que envejece y pierde autonomía.
Ofrecemos a tu alumnado la oportunidad de disfrutar de una actividad experiencial e intergeneracional con la que desterrarán mitos y prejuicios.
Queremos transformar la mirada de las nuevas generaciones hacia las personas mayores, las residencias y los cuidados. ¿Te unes al cambio?
DINÁMICA Y FORMACIÓN GRUPAL
Residencias con sentido
Conocer aquello que da sentido a la vida de cada persona nos abre la puerta a una historia única y singular.
¿Te has preguntado qué sentido tiene la vida para las personas que viven en residencias?
Cuando descubrimos el propósito vital de cada persona, nos unimos a su camino de vida y nos proponemos apoyar activamente su proyecto personal.
Nuestro objetivo es claro: facilitarle los apoyos necesarios para que sea la protagonista de su propia historia y pueda realizar aquello que da sentido a su vida.
TALLER PRÁCTICO
Edadismo
y buen trato
No permitas que la edad sea motivo de discriminación.
¿Sabías que la edad es la tercera causa de discriminación?
Un fenómeno tan invisible como normalizado que excluye a las personas mayores cada día.
Menos derechos, menos oportunidades y menos calidad de vida.
Cuando somos conscientes de los estereotipos, prejuicios y discriminaciones que nos influyen en el trato que damos a las personas mayores, cambia nuestra mirada. Descubrimos que la edad es un número y que detrás de cada historia hay una persona con derechos, capacidades y ganas de vivir.